A principios de los años 80, un cirujano italiano llamado Umberto Veronesi publicó varios artículos en los que defendía que las mujeres con cáncer de mama podían curarse con una cirugía menos agresiva, es decir, sin necesidad de perder la mama. Veronesi lo llamó “cuadrantectomía”, lo que hoy en día se conoce como “cirugía conservadora de mama”, actualmente el estándar en cirugía mamaria, que permite que más de un 70-80% de mujeres con esta enfermedad no necesiten una mastectomía para curarse.
Ayer, mientras el padre de Eluana Englaro aguardaba junto a su hija, como tantos días desde hace 17 años, la única y dolorosa salida, la única posible, Umberto Veronesi pedía, en el Senado italiano, a los políticos —a Berlusconi— que no aprobaran una ley “ilógica, irracional y emotiva” cuyo objetivo era (las cursivas son mías) “condenar a Eluana [y a muchos más italianos] a vivir artificialmente hasta el infinito”.
Cuando Veronesi acabó su discurso, el presidente de la cámara, Renato Schifiani, pidió un minuto de silencio. Había llegado la noticia de que Eluana había muerto (físicamente, su persona dejó de existir hace unos 17 años). Hubo un pequeño revuelo: la derecha acusaba a la izquierda de “asesinos”.
Veronesi, ese cirujano que todos hemos deseado ser (y ayer por otro motivo más), tomó asiento en su escaño, a sus 83 años.
2 comentarios:
Qué gran persona me parece este señor. Por lo que me ha tocado vivir de la enfermedad, afortunadamente puedo contarlo, agradezco que personas como él sigan investigando y luchando para mejorar la calidad de vida y la dignidad de los enfermos.
Karmela: Veronesi ha dejado un legado investigador, ético y organizativo de tal magnitud que merece mucho más que un post. Si le han dado el Nobel al investigador del papilomavirus, a este hombre se le deja algo a deber (al menos oficial y con repercusión mediática, que nuestro reconocimiento lo tiene de sobra).
Gracias por tu comentaro,
Un abrazo
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