domingo, 20 de septiembre de 2009

HELARTE DE INTENTARLO


Hoy me he quedado así como de piedra cuando me he metido en un viejo comentario (no me acordaba de él) que puse en nuestro primer espacio virtual compartido, nuestro myspace de la momia que habla (¡ya llevamos 5428 visitas!) en un apartado que llamamos actos poéticos y con el que nos entretuvimos unos días (me acuerdo que entonces hablábamos de hacer poesía con la vida al modo de Los detectives salvajes de Bolaño). Escribimos muchas chorradas y algunas ideas bellísimas de lo que era poético en el día a día, como las de Pepe Momia,
Hacer una sentada, solo frente a la habitación vacía de tus hijos, para que aseguren por contrato volver siempre; dibujar a lápiz una cara sonriente en la página 150 de tus libros preferidos en la biblioteca pública (y dibujarle mofletes si encuentras el de otro); señalar letras sueltas en la primera página del periódico que formen al unirlas la frase “te veo cada vez más guap@” y dejarlo (casualmente) sobre la mesa del comedor; quitar el papel del suelo que afea la entrada del museo; sentarse en un banco a contemplar un árbol con la atención necesaria con la que se debe observar a un ser vivo; robar un libro de teoría matemática y recitar a Neruda cuando el librero salga corriendo tras tu estela de poeta en acción” o las de Josema Momia:
“... esconder las heridas, no, mucho mejor enseñarlas y comprobar que las tuyas pueden ser insignificantes junto a las de otras/os; comprobar que quieres ser más niño a la vez que los niños quieren ser tú (siempre acerca posturas)…; que se puede tocar cualquier instrumento porque se trata de expresar (siempre después de ensayar lo mejor posible); que si en ocasiones no estás bien también sabes que siempre se puede estar peor; que cuando estás bien también sabes que en pocas ocasiones se puede estar mejor y lo cuidas como un tesoro; que la frase "tengo prisa" es un fuerte enemigo; inventar una loción para los mosquitos contra "picaduras de hombres"...

Yo puse mis chorradas y entre ellas ésta: “trabajar para un gobierno del PP creyendo que se podría conseguir, intentar encarnar el liderazgo paradójico y llevarse unas buenas hostias (los dos agui), estar en jabalí nuevo y seguir sonriendo (y eso que es el nuevo), dejarlo todo, quererlo todo, que te vuelvan las ganas, mi blas, tener sofocos, no querer quedarse calvo, creerse el efqm (eso es fe!), cantar como la mariangels, ser partera, llevar coleta, er chuf...

En aquel, ¡parece tan lejano! Febrero de 2008 llevaba 4 meses de reciclaje, preparando mi regreso a la vida civil tras mi paso por la política ya que tuve el honor y la suerte de gestionar una interesantísima área política (¿esta era mi pinta!), la de la calidad, la formación y la investigación sanitaria durante casi tres intensos años gracias a la confianza que demostró en mí la Doctora María Teresa Herranz, Maite, a la que tocó dar la cara por algunos de nosotros, incautos optimistas, que como yo aterrizamos en la gestión de lo público para hacer Política sin tener ni idea de hacer política.
Muchas personas, conociendo mi ideario político, siempre muy alejado del que puede defender un partido como el pp, se sorprendieron de mi decisión de aceptar trabajar para un gobierno de derechas y, con toda legitimidad supongo, pensaron en una especie de voltereta ideológica o de acrobacia intelectual por mi parte con el único fin de tener un alto cargo político (lo complejo es siempre interpretable). Por ejemplo el comentario de Frisco a la nota que he reproducido más arriba y que escribió 8 meses después en nuestro myspace (no la copio literal porque es un tanto barroca):
a ver, Abel, trabajar para el pp pensando que se podría conseguir ¿que?!!...sin embargo hacéis bien en trabajar para el pp porque quizá consigáis lo que en el fondo, razonablemente dada la sociedad en que vivimos, queréis: forraros…

Claro, yo sabía que algún precio personal iba a tener que pagar (no lo digo por el burdo comentario de Frisco) por esa decisión, en esta sociedad que tenemos tan polarizada (supongo que por culpa de los medios de comunicación, de los propios políticos y, claro, de los mismos ciudadanos.. es más fácil creer que hay buenos y malos…) pero, la verdad es que no me arrepiento de haberla tomado: creo que la Política es un oficio muy complejo, difícil y necesario y que está excesivamente, aunqe parezca paradójico, politizado (parece que en política las decisiones que tomes tuvieran siempre que ir contra “el otro”, los rojos o los fachas, me es igual, y no a favor de los ciudadano que es de lo que se trata) Yo siempre he defendido la existencia de un enorme espacio en “lo público” dentro del cual se pueden buscar soluciones de consenso, buenas para todos, basadas en la prudencia, la razón y el diálogo, no sesgadas, no politizadas con minúsculas (detrás de la política con minúscula siempre existe intereses espureos, económicos, de poder por el poder e incluso psicológicos, de gente poco madura, vaya, que necesita esos cargos para creerse más.. os sorprendería saber cuánto tonto solemne, utilizando una expresión afortunada de Rajoy, existe en ese mundo).
Yo no tengo la sensación de haber tenido que hacer ninguna contorsión personal: trabajaba lealmente para un equipo dirigido por Maite Herranz, con unos fines que compartía y que no estaban en absoluto sesgados o tenían directrices, mediante unos medios que intentamos, en nuestra etapa, fueran lo más democráticos y transparentes posibles. Nadie me pidió un carnet ni ningún compromiso más allá de los propios del ejercicio responsable del cargo.
Bueno yo nunca he tenido la necesidad de explicarme delante de nadie, ni la tengo ahora: hice mi trabajo lo mejor que pude, consciente de mi enorme responsabilidad y también del privilegio que significaba gestionar la confianza del ciudadano que es el que, en última instancia, me otorgaba el poder, aprendí mucho, conocí a mucha gente muy interesante, y también a mucho bellaco. He tenido el impulso de escribir este post al leer el comentario del sectario y simple de Frisco y un artículo en El País del viernes que os recomiendo. El autor intenta defender la postura de los tres ex ministros que han dimitido como diputados estos días a los que define como “profesionales de prestigio” que “no necesitan la política para tener un lugar al sol”. Opina Vallespín que estos profesionales más o menos independientes “contribuyen sin duda a oxigenar la política partidista” y continúa: “Quienes dan el salto desde la sociedad civil no están necesariamente guiados por un interés inmediato; responden más a un compromiso personal con un proyecto que a la búsqueda de prebendas específicas” Cuando esa etapa termina y emprenden el viaje de vuelta, termina Fernando Vallespín no lo hacen “por ver frustradas necesariamente sus ambiciones de poder, sino porque es llegado ya el tiempo de retornar allí donde tienen su auténtica vocación. Los habrá que se lleven más o menos decepciones o alegrías, pero no hay nada dramático en ello, forma parte de la lógica secular que ha acompañado siempre al compromiso con la política activa”.

Sirva este post como homenaje a los Doctores María Teresa Herranz, Francisco Agulló y Tomás Fernández que tan dignamente encarnaron el ideal de servidor público en una apasionante etapa que tuve el privilegio de compartir con ellos. Amén

2 comentarios:

frisco dijo...

Vaya,pues retiro mi acusacion velada acerca de la existencia de intereses crematisticos tras tu decision de incorporarte a la politica.Y acepto que mi comentario es sectario y simple.Sectario,sin duda,por cuanto estoy contra el pp por tierra,mar y aire;en este mundo y en el otro.Y simple porque esta basado en la logica estereotipada del pp y ello por dos razones:
a)el pp es en su programa maximo enemigo de la sanidad publica(son forofos de la empresa privada).Sin embargo no es tan facil desmontarla y alguien tiene que gestionarla ya que existe.Supongo que ahi entrabas tu y que lo hiciste con la mejor de las intenciones con vistas a una buena gestion y mejora.
b)el ideario liberal implica la competencia entre los individuos con el objetivo de enriquecerse para obtener placer y huir del dolor,siendo ese el objetivo basico de la existencia humana.De ahi la simplicidad de mi acusacion,no aplicable a tu caso como muy bien explicas,aunque si a otros peperos(Zaplana dijo que el "estaba en politica para forrarse").Pero como muy bien dices la realidad es compleja y no siempre derivable de axiomas ideologicos.
¡Que vuestra vida siga siempre llena de poesia!

Bill, el de la catana dijo...

Malintencionados...
No recuerdo si era Loriga el que tenía en uno de sus libros que el padre decía que no se creía lo de Judas. Decía. "¿Cómo iba a venderle por tan poco dinero?".
¿No pudiera tal vez ser que los que acusan a alguien de hacer algo por una motivación única o primordial de dinero SEAN realmente los que lo harían bajo tal inclinación??