Ayer, 20-N, día famoso por ser en el que celebran su cumpleaños Don DeLillo y Bo Dereck, por destacar dos de nuestros iconos, tuvimos, de nuevo, la ocasión de “hacer el indie”.
Y sí, ya lo sé, el término indie define más, pero incorrectamente, nowadays, un estilo musical, un sonido. Y nosotros no tenemos, exactamente, todavía, un sonido. Tenemos, como mucho, una actitud, intención, ganas, voluntad de hacer el indie.
Hacer el indie, aunque el indie es otra etiqueta desgastada, fagocitada por las Majors o las Multies, hacer el indie como sinónimo de libertad, de no me importa intentarlo, seguiré aprendiendo, lo haré mejor. O quizá no, pero lo haré, lo pasaré bien. Uno de los primeros o más famosos fanzines indies se llamaba “Are you scared to get happy?”. Y las momias no tienen miedo, faltaría más.
Anoche, en Molina, 20-N, aniversario de la muerte de… Robert Altman, hubo buenos momentos seguro, algunos, los que estuvieron, nos recordarán con pelucas y gafas-láser, perfectamente disfrazados por nuestra cara B.
En Guanábana-Jam, estupendo local dirigido por Antonio Santos, al que agradecimos allí y volvemos a agradecer aquí, su amabilidad y su sensibilidad.
Anoche, en Molina, 20-N, aniversario de la Declaración de los Derechos del Niño, nos dejaron serlo y hacer el indie y, como ellos, como nuestros niños, disfrutamos del juego.
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