Supongamos que dos potencias limítrofes se disputan un territorio. Supongamos que los habitantes del territorio en cuestión decidan proclamar su independencia. Supongamos que el territorio, devastado por tanta guerra, decida huir a través de sus propias fronteras, disfrazado de árbol o de carabina. Supongamos que gracias a su disfraz (y al impostor que ocupa su lugar) no sea reconocido por los guardas fronterizos de las potencias en pugna y logre escapar. Y bien, es posible que con el correr del tiempo y el acuerdo de las Naciones Unidas, los habitantes del territorio lleguen a constituir un nuevo estado creyéndose felices, sin saber que su solitario país envejece solitario en el exilio.
[El anterior es un texto de Ana María Shua, recogido de su libro de microrrelatos “La Sueñera”, antologado en “Cazadores de letras”, Ed. Páginas de Espuma. Aquí una entrevista con la autora, con una pregunta colada por un tal Pepe Momia]
Dedicado a Patxi López, para que tenga suerte.
2 comentarios:
Lo tiene jodido Patxi porque ese pueblo vasco maltratado por la ideología más reaccionaria que existe que es el nacionalismo excluyente se ha creído su propia narración mítica y victimista a fuerza de manipulación y demagogia. Y de estas consecuencias tendrá que pagar el PNV un auténtico timador histórico...
¿pagar el PNV?. Los juegos del extremismo pervierte a todos los jugadores del tablero, cada uno fortaleza su posición, desde la demagogia, desde la mentira, desde la falseda de la historia. Pagaremos todos, las dudas son cuanto y cuando.
Sony
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