El lugar donde decir todo lo que no nos cabe en las canciones. Quizá no sea mucho.
lunes, 17 de noviembre de 2008
ANDY VIAN vs BORIS CHANGO
Boris Vian murió en un cine, viendo proyectarse una película, “Escupiré sobre vuestra tumba”, basada en uno de sus libros, uno de tantos políticamente incorrectos que escribía con seudónimo. A Boris no le gustaba cómo iba quedando la película y tuvo desavenencias con el director y los productores hasta que se retiró del proyecto. Acudió al preestreno de incógnito, tan de incógnito que nadie se dio cuenta de que había muerto hasta que encendieron las luces de la sala.
A Boris Vian lo leí, pero hace demasiado, quizá cuando tenía unos 20 años: “El arrancacorazones”, “El lobo-hombre”, “La hierba roja”, “Escupiré sobre vuestra tumba” y “Que se mueran los feos”. Como de tantos libros no recuerdo demasiado bien los argumentos y sí que los leí con cierta fascinación porque 30 años después de su publicación, seguían siendo obscenos, incómodos, transgresores, primitivos. Ur-literatur que diría, digo yo, Eloy Fernández Porta.
Recuerdo poco después cuando oí por primera vez “Lobo-hombre en París” de aquel grupo: “La Unión”, ya sabéis: auuuuu lobo-hombre en… Me pareció un milagro que alguien hubiera cogido la historia de uno de mis autores preferidos, de esos que uno atesora con la intención de comentarlo sólo con los amigos, y lo hubiera transformado en una canción que todo el mundo se sabía de memoria. No sé si hicieron mucho por difundir su obra, no sé si era necesario…pero ha vuelto a suceder.
Andy Chango, uno de tantos argentinos talentosos que han decidido contagiarnos su inteligencia, deja de lado, momentáneamente, espero, los discos alucinados y algo broncas (véase por ejemplo el temita “Drogarse en familia”) y se sumerge en el mundo de Boris Vian y nos regala, por menos de 20 €, con unas estupendas versiones traducidas/adaptadas al español (con ayuda, que se agradece, de Luis Antonio de Villena y de Javier Krahe) de “Rock’n roll Mops”, “Je bois” (“Beber”), “J’suis snob” (Snob), “Le fêtard” (El juerguista) y otras. Es una pena que “Le deserteur”, un precioso himno antibélico que, en su momento, le supuso más de un problema a su autor, se haya traducido en el CD ¡al inglés! A lo mejor es para que lo oiga Bush, aunque no creo que lo entendiera, sobre todo lo de “If there’s gonna be blood shed / why shouldn’t some be yours / with all that you have done and said/ yes you, mister president”. Bueno, esperemos al menos que Obi-One tome nota.
Pero lo mejor para mí, está en el corte 12: “No quisiera morir”, tomada de un libro de Vian de poesías sencillas, más próximas a la canción, a él siempre le gustaron las canciones, un librito publicado tres años después de su muerte, es decir, en 1962 y cuya traducción al español [Juan Antonio Tello. Hiperión] se editó en 2003, o sea, hace nada. Transcribo para degustación e iluminación, si fuera posible, de algunos letristas (no te preocupes Melendi, lo tuyo es otra liga) de los que ya se ha hablado en otros posts:
No quisiera morir / antes de conocer / los monos del Brasil / que duermen sin soñar, / los zorros de Moscú / devorando el jardín, / las arañas de plata, / de seda y de rubí. / No quisiera morir / sin saber que la luna/ redonda disimula/ el filo de una hoz, / si en las cuatro estaciones/ caben tres primaveras, / si hace frío en el sol. / Sin haber paseado / vestido de mujer / por un gran bulevar, / sin haber penetrado / en las turbias miradas, / sin entrar en tu casa / por la puerta de atrás. / No quisiera morir / sin conocer las llagas / ni cualquier enfermedad / que nos hace sufrir./ El contagio del mal / o el contagio del bien / si se estrenan en mí / me echaría a reír./ Y también, cómo no, / lo que ya conocí / en el fondo del mar, / donde bailan un vals / el pulpo y el delfín/ y la hierba de Abril / y el olor a resina / y el perfume en la piel/ de mi clara madame, / mi amante, mi heroína, / mi peluche cruel,/ mi eterno manantial./ No quisiera morir / sin haber agotado / mis labios en sus labios,/ mi todo con su todo,/ su todo con mis manos, / su infinito tesoro,/ mi amor desmesurado. / No quisiera morir/ sin que se haya inventado/ la rosa permanente,/ el ocio laboral, / el mar en la montaña, / la montaña en el mar, / el dolor que no daña/ y la sombra en color. / A los niños volando/ y al ingenio inventando/ la vacuna total, / la aventura espacial, / fontaneros baratos, / los monarcas en cueros,/ arquitectos modestos,/ abogados sinceros, / tantas cosas que ver, / tantas cosas que oír,/ tanto por esperar/ contra la oscuridad./ Y ahora veo el final / que se acerca hacia mí,/ que me quiera besar / con besos de marfil,/ que me quiere llevar. / No quisiera morir / sin dejar de probar / a la gélida novia,/ la de gusto más fuerte,/ el sabor que me agobia./ No quisiera morir / sin dejar de probar / el sabor de la muerte.”
[Boris Vian traducido & adaptado por Javier Krahe-Andy Chango ©Rosevil Prod SL/Andrés Fejerman]
Otra oportunidad de aproximarse a Boris Vian, 1920-1959. Vivió varias vidas en sólo 39 años. Merece una visita.
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4 comentarios:
Gracias Pep por acercarnos a Boris Vian. Pienso como el, "No quisiera morir" y punto.
Al leer el corte 12, un pequeño trozo me ha recordado lo que mi padre me cantaba, a él su madre, y a ella la suya, hasta llegar a nuestro amigo Anónimo (Gran compositor), cuyos apellidos son "Transmisión Popular" (seguramente de una Zarzuela):
Allá en los mares,
metido estuve,
dentro del agua,
cerca de un mes.
Y he visto peces,
tan chiquititos,
como la punta,
de un alfiler.
He visto atunes,
grandes ballenas,
y otras mil cosas,
que hay en el mar.
Unas saladas,
otras muy sosas,
y otras no dicen,
"ni fu", "ni fa".
Cuatro boqueroncitos,
me dieron de comer,
y una sardina arenque,
me sirvió el café.
¡¡Huy!!, ¡cómo me abrasaba!,
agua por Dios pedí,
y un calamar me dijo:
"De eso sí que no hay aquí".
¡Precioso!
Josema:
A mi abuela y a mi madre las arrullaron con esa canción. También a mí por supuesto y por mi parte se la canto todavía a mi hija.
Parece provenir de una zarzuela "roja" como sugieren otros versos que no ponés, pero nunca puede saber cuál.
saludos
Cartucho
pues la letra es como bien sospechas de una zarzuela "Los sobrinos del capitán Grant" con letra de Miguel Ramos Carrión y música de Manuel Fernández Caballero, estrenada en el Teatro Príncipe Alfonso de Madrid, el 25 de agosto de 1877, por la compañía de Arderíus. Julio Verne publicó la obra original diez años antes y Ramos Carrión la adapta en forma de viaje alrededor del globo terráqueo, respetando los escenarios básicos de la novela Los hijos del capitán Grant, pero insertando elementos familiares al público español: una riqueza de ambientes, que van desde lo castizo a lo exótico. El Teatro de La Zarzuela de Madrid estrenó en 2001 la lujosa, fresca y divertida versión teatral de Paco Mir, en tres actos y dos partes, que ahora se vuelve a representar.
Los hijos de la novela original, María y Roberto, pasan a ser sobrinos de pacotilla en la zarzuela, Soledad, una bailarina y Escolástico, un joven seminarista; el capitán de Glasgow, Juan Mangles, queda como el incitador subteniente retirado Mochila. Los mecenas Elena y su esposo Lord Glenarvan se convertirán en Miss Ketty y su tío Sir Clyron, rebajado de su rango aristocrático; Santiago Eliacín Francisco María Paganel, secretario de la Sociedad Geográfica de París y miembro de las Sociedades Geográficas de numerosas ciudades, quedará reducido al despistado doctor Mirabel.
Lo grandioso de la obra de Verne se convierte en casero en Ramos Carrión y es significativo que el escenario original de la novela, situado en Glasgow, se convierta en el madrileño patio de una casa de vecindad y el fiero tiburón que guarda en sus entrañas la botella con tres documentos pase a ser un más doméstico y apetitoso besugo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Los_sobrinos_del_Capit%C3%A1n_Grant
saludines, K. S.
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