lunes, 5 de octubre de 2009

Sobre Ted Bundy

Ted Bundy fue un asesino en serie. Hijo ilegítimo-hecho que siempre trató de ocultar- y de clase trabajadora. Siempre estuvo obsesionado con el estatus. Durante su adolescencia robó coches de lujo y relojes caros. Ya en esa época los que lo conocían lo definían como introvertido pero encantador. Un chico guapo. Estudió Derecho. Ya en la adolescencia tenía fantasías sádicas de violación y necrofilia. La necrofilia, hasta donde sabemos, nunca la convirtió en acto. La violación, sí. Aspiraba a un estilo de vida de clase alta que nunca logró. Hay un momento que marca el inicio de su espiral de destrucción. Una chica lo rechazó en su petición de matrimonio. Comenzó su depredación de chicas que cumplían el perfil de Bundy: rubias, guapas, con "clase", y de pelo largo. El rechazo humillante fue en 1972. Su primer asesinato en 1974. Aprovechando su encanto superficial, su inteligencia y su encanto, Bundy se acercaba con el brazo en cabestrillo fingiendo una fractura y pedía a mujeres que le ayudasen a meter las bolsas en su coche. Ahí, las empujaba adentro, las llevaba lejos y las mataba duro, violándolas antes. Cuando se le capturó ya había asesinado un número estimado de treinta y seis mujeres. El número exacto nunca lo sabremos. El sólo confesó algunas de las violaciones-asesinato por miedo a que su condena se prolongara en ¡ocho meses!. Algunos de sus comentarios tras ser capturado: " No me siento culpable de nada; me da pena la gente que se siente culpable" ó "¿Qué es una persona menos en la faz de la Tierra?". Atribuyó los pocos asesinatos que confesó a la lectura de pornografía. Durante la década que precedió a su ejecución se le concedió permiso para vis-a-vis conyugal (en este tiempo se casó). Fruto de esos encuentros nació un niño. Que cada uno opine sobre lo que significa para la Justicia Norteamericana- ni quiero hablar de la española- que, a Bundy, quien segó la vida de treinta y ocho o más mujeres jóvenes, se le permitiera el lujo de la paternidad.



Bundy no es un especimen aislado. En la escala de depravación moral del Dr. Stone sólo está en puesto 17 sobre 22 (tortura prolongada seguida de asesinato con tortura como motivación principal). Nivel 1 es, para hacernos una idea, asesinato en defensa propia sin mediar provocación. Insisto. Algún interesado en permanecer en la ceguera (ceguera sobre la condición humana, ceguera sobre el papel de la agresión como pulsión, ceguera sobre los preludios de la gran violencia, ceguera sobre la urgente necesidad de reforma del código penal, ceguera por depositar sobre los valores el gran peso del impedimento del crimen en lugar de como necesarios pero no suficientes) querrá pensar en Bundy como un caso único. No lo es.



Nosotros, la mayoría, no tenemos la posibilidad de impedir cualquiera de estos actos. Sí de algunos menores, sin duda. Sin duda también, en modo cotidiano. Lo que sí que tenemos es la obligación moral de pensar más allá de cómo nos gustaría que el Mundo fuera para, de vez en cuando, obrar en función de cómo el mundo es.



Leyendo el otro día una magnífica crítica de carlos Boyero y Enric González sobre Gran Torino, la maravillosa peli de Clint Eastwood, decían que la película ésta sólo la podía haber filmado un conservador. Habrá que dejarse asesorar por los que más saben de cada campo. Lejos, muy lejos de la endogamia política. Tan cercana al racismo. Tan cercana a la estupidez. Por un poco de mestizaje ideológico.

11 comentarios:

Bill, el de la catana dijo...

Me autocomento yo. No es (solo) un ejercicio de Narcisismo (patológico). La fecha de la ejecución: 1989. 24 de Enero. 7 am. Silla eléctrica.
Una notica:..."Nosotros,los asesinos en serie somos sus hijos, somos sus esposos, estamos en todas partes.
Y habrá más de sus niños muertos mañana.'
Ted Bundy
¿Qué hacemos con semejante sujeto? Debo decir que fue recapturado tras una fuga carcelaria.

Pepemomia dijo...

Sí, supongo que el problema no es (sólo) el serial-killer. Ni los asesinos de masas. Ni los vecinos de arriba que hacían tan buena paliza, digo, pareja. El problema, es cierto, es que hay que, más pronto que tarde, hacer algo. A mí, de momento, sólo se me ocurre salir corriendo. Pero creo (estoy seguro) que Clint tiene más respuestas y ninguna es salir corriendo.

Bill, el de la catana dijo...

Bibiana Aído hoy ha dicho (se puede consultar)(yo la he oído) que va a llegar un momento en que no van a hacer falta LAS CONDENAS. Porque no va a haber más violencia machista!!!
Luis Cernuda tiene un librito que se llama "La realidad y el deseo", pero creo recordar que no se refería a "esto".
No dice que ojalá no la haya. No dice que va a hacer cosas para que haya menos-let alone qué cosas.
Dice que no la va a haber.
No es la negación, la NEGACIÓN al poder, sino LA NEGACION en el poder.
¿De verdad que tiene que ser esta mujer la que lidere este proyecto? ¿Cómo el chiste de aquel con Dios? ¿No hay nadie más???

Pepa González dijo...

Nada nuevo, viejo. Un discurso político tan poco profesional que pasma. Lo de siempre, parece que invertir en infraestructura en este país nos cuesta horrores. Qué más da llevar una patata en el calcetín si estoy luciendo un Rolex morrocotudo??

MAbel dijo...

No estoy seguro de que sea un problema ideológico inicialmente, después sí. Me explico. Todas las concepciones políticas están a favor de que el Estado gestione la violencia y defienda de los bandidos y criminales a los ciudadanos. Todas las concepciones políticas están de acuerdo en el castigo administrado por el Estado como herramienta disuasoria contra el crimen. Muchos no estamos (progres o conservadores) en contra de la pena de muerte porque sea ilegítimo este castigo (no lo es en el caso de Bundy, en mi opinión) sino porque su gestión en países como USA es claramente discriminatoria, es injusta (se matan inocentes, se matan, a igualdad de cargos, más negros y latinos que blancos, etc..) y ante este enorme riesgo, dada la irreversibilidad del asunto, parece mejor ser prudentes y evitarla. Todas las concepciones políticas creen que intentar la rehabilitación del delincuente es justo dado que la distribución de la criminalidad en muchas ocasiones obedece a la "lotería de la vida", como diría Rawls, a si he tenido la mala suerte de nacer en una familia de La Fama o de Altorreal.. esas circunstancias no se escogen pero si determinan, de manera estadisticamente significativa, la tasa de criminales por colectivios. Un Estado que no es capaz de igualar las condiciones de partida y las oportunidades de un chico de La Fama y de otro de Altorreal no puede después perjudicar al perjudicado y por ello debe intentar dar una oportunidad a la rehabilitación si quiere ser llamado justo. ¿Cuál es la diferencia ideológica entonces? Yo creo que en el número de víctimas que estamos dispuestos a tolerar por la aplicación de leyes injustas en aras de proteger a los ciudadanos. La derecha prefiere sacrificar "inocentes" (injustamente condenados, criminales rehabilitables, y muchos incluyen en este grupo a los menores edad) con tal de que no se escape ningún culpable. La izquierda prefiere que se escapen culpables aprovechándose de las garantías y controles que se aplican para evitar dañar a un "inocente". Yo, por ahora, prefiero correr riesgos por una razón bien clara: No parece que el endurecimiento de las penas reduzca el número crímenes pero si puede aumentar el número de víctimas de la justicia, reducir las libertades individuales y generar una imagen peligrosamente falsa de que un problem tan complejo se soluciona dando palos. Simplificar la complejidad suele ser el primer paso hacia el fascismo en asuntos de orden público y administración de justicia. Y, por supuesto, también asumo que esta parrafada ha simplificado muchas cosas que requieren matices y sosiegos. En cualquier caso gracias Bill por provocar mi (escaso) intelecto.

Anónimo dijo...

Estos tipos como Bundy son claramente no rehabilitables. Lo que no sé es si los jueces identifican estos casos, supongo que sí. Es el código penal el que es un poco "blandito". Mi opinión como ciudadana es que a estos tíos hay que apartarlos de la circulación perpetuamente, no para castigarlos ni para disuadir a otros, sino principalmente porque no hay otro modo de que nos dejen tranquilos. Susana

Bill, el de la catana dijo...

Por supuesto, MAbel, el post no es una apología de la pena de muerte. No estoy a favor de ella.
Lo que sí es es un aviso hacia cómo la mirada ingenua, naif, hacia la agresión humana puede ser de hecho connivente, cómplice para con ella. Me explico. La actitud de Aido genera más muertes.

Bill, el de la catana dijo...

Sobre factores sociales y violencia tendríamos que hablar en otro foro. Sí tengo algunas ideas. Sí muevo mi carrera (o lo intento) de tal modo que le pueda servir de algo a la sociedad en la que vivo. Desde luego sí pienso que habría que valorar individualmente cada excarcelación, no sólo cuando se cumplieran las penas. Creo que los jueces podrían estar mejor asesorados de lo que lo están ahora. Desde luego, Anónima, hay gente que no es rehabilitable y negar eso es como negar cualquier otra evidencia de irreversibilidad de enfermedades somáticas, por ejemplo. Bueno, lo dejo porque si no me alargo...

MAbel dijo...

Entiendo el mensaje de Bill. El mío no era una "contestacion a" sino una "inspiración en". Cuando hablaba de "escaso intelecto", no intentaba parecer fálsamente modesto sino señalar mi falta de conocimiento técnico que me parece ha de iluminarnos en estas y otras cosas. El "buenismo" pseudoprogre de Aído me parece tan peligroso como el fascismo intelectual de "todo está clarísimo".

Bill, el de la catana dijo...

¿Cuál es,exactamente,el "fascismo intelectual de todo está clarísimo", MAbel?

Precisamente decimos que es una realidad ultracompleja, insimplificable, necesitada precisamente de personas en diálogo que piensen de forma tan diferente entre sí como tú y yo (y los demás, todos somos pocos para esto). Sólo veo el fascismo intelectual en que esto se va a acabar. ¿Por qué se va a acabar? Es más, no se puede acabar. Nunca acabará. Se podría en todo caso disminuir. Y merecería la pena. Y no va a ocurrir solo. Ni porque deseemos que ocurra. Aquí es justo donde nuestros políticos no se escuchan un bando a otro con el efecto final de neutralización de cualquier iniciativa y dejar al ciudadano a merced. No hagamos tú y yo lo mismo.

MAbel dijo...

Pero ¿por qué no consigo dialogar contigo sin que te des por aludido?
Estamos de acuerdo creo que en el 100% de lo que nos decimos querido Bill, de verdad.