domingo, 18 de julio de 2010

THE SUMMERPOST (2): DYLAN Y LOS LIBROS DE MÚSICA

Este año ha sido el de los libros de música. Siempre fue un género despreciado por mí: ni las biografías, ni los ensayos sobre música me llamaban la atención. Todo cambió con Dylan. La lectura de la primera parte de su autobiografía, “Crónicas” es sencillamente sobrecogedora. Te das cuenta de la importancia que tiene como fenómeno cultural contemporáneo la música rock. Y Dylan lo relata magistralmente. Muy recomendable. Por cierto ¿Para cuándo la segunda parte?

Dylan abrió la veda que siguió con…, por supuesto, Dylan: sus letras completas traducidas. Otro shock. Yo en realidad me acerqué a Dylan desde sus escritos. La música ganó enteros cuando entendí su contexto histórico y leí sus letras. Mi amigo Fernando, que me regaló “Crónicas” ya me lo decía: “A mí no me cae especialmente bien pero es un genio necesario”. Esta implosión Dylan siguió con varias biografías y la puesta a punto del grupo paralelo a La Momia que Habla, “Echo Star” (como la primera novia de Dylan) y el espectáculo que representamos con Bali, creo que dos veces nomás, “Traduciendo a D”

De esa época es el delicioso “31 canciones” de Hornby, mi libro preferido del autor, por encima de Alta Fidelidad o el relato de Sam Shepard sobre la gira de, otra vez Dylan, Rolling Thunder a la que asistió invitado como posible guionista de una película. Pero este año, como decía, ha sido la explosión del género en mi biblioteca. El libro de Axel Ross, “El ruido eterno” es extraordinario. Uno asiste alucinado a la historia de la música culta contemporánea, sus devaneos con las dictaduras fascista y roja, la dodecafonía, la música electrónica, etc.… Te das cuenta de que la música culta ha sido la gran desconocida en el arte del siglo XX; ha pasado de ser la reina en los siglos anteriores a una especie de rareza intelectual cultureta. Sin embargo, su influjo ha sido decisivo para la música pop, jazz o la música de películas. Imprescindible.

Tras El Ruido Eterno vino otra vez Dylan: “Like a rolling stone” es la historia de la canción escrita por Greil Marcus; una delicia que contextualiza el momento político, musical, cultural y emocional que vivía USA cuando Dylan compuso y grabó la canción. Es muy cortito; la perfecta lectura de verano. Ahora estoy con Ted Gioia y sus dos libros “Historia del blues” e “Historia del jazz”. Muy buena pinta. Ya os contaré. Solo he leído sus primeros capítulos y es espectacular como ambos géneros tienen sus antecedentes en la música afroamericana que se cocinaba en las pantanosas aguas del delta del Mississippi. Seguiremos

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