miércoles, 22 de octubre de 2008

Ella, uppercutora

En el capitulo 3 y último de “las ritmosas más hermosas” acometemos hoy un delicado tema: la percusión, a cargo, en nuestro grupo, de Mar Músculos Momia, fibrosa uppercutora hembráfona, prima (lejana) de Sheila-E, reina absoluta y propietaria del tumbao-momia que nos ha hecho tan famosos en el vecindario.

Lo sé, lo sé. Tranquilidad. Aclararé todo esto. Vayamos por partes.

La percusión, debemos ya saberlo a estas alturas de tanta erudición musical como acontece en estos posts es, seguramente, la música más primitiva. Cronológicamente debe preceder,

incluso, al silbido. Actualmente imprescindible en cualquier ensamble medio moderno, ha sofisticado su panoplia de instrumentos que pertenecen, como todos sabemos, a tres categorías distintas: membráfonos, placófonos e ideófonos. Para que se conciba lo complejo del asunto, una pandereta, una vulgar pandereta (perdona Mar que sea tan insensible) es, a la vez, un membráfono e ideófono (porque tiene membrana y, además, suena por sí misma, debido a sus sonajas, cascabeles o —dioses, vaya palabra— ferrañes).

Atención a la siguiente acotación; es duro, pero he de decirlo crudamente: La percusión es eficaz pero no es cool. Im sorry, Mar, it´s not cool at all. Es algo primitivo, primordial, sencillo, casi… basto. Uno no puede imaginar a Bowie en plan glam tocando unos bongoes o a Audrey Hepburn cantando “Moon River” mientras aporrea unas rumberas o un cencerro de esos que llaman campana pero que se percibe claramente que es un´cencerro. No, definitivamente Audrey no haría eso, por lo tanto, la percusión no es nada, pero nada, cool. Baste como ejemplo el último festival nacional de percusión: se celebró en Julio ¡en Atapuerca! (y no es broma). Para que no haya dudas sobre la veracidad y coherencia de mi afirmación, daré un dato: abrían el cartel dos hermanas gemelas txalapartaris, de artístico y percusivo nombre, Ttukunak.

Pero hay posibilidad de redención: en primer lugar, nuestra hermosa y vigorosa percusionista no toca la txalaparta (todavía) sino, principalmente, las congas, membráfono (en este caso, mejor, “hembráfono” por ser tocado por hembra) derivado del Batá cubano, que puede tocarse con diversos golpes que se denominan: galleta abierta, galleta cerrada, tono abierto, tono cerrado, palma y dedos. Dado que nuestra percusora, además de la música, practica el Body Combat, lo de la galleta abierta y cerrada, no puede serle más apropiado. Pero, si hay algo que me gusta de nuestra configuración es que, de los 5 tipos existentes y proporcionales combinaciones de congas, nuestra hábil instrumentista se ha dotado de la habitual pareja conga + tumba, formato percusivo compuesto de la conga o macho y la tumbadora o hembra. Me abstendré de los chistes obvios, que no sabéis como se las gasta nuestra Percumomia.

Familiares cercanos y referencias: a pesar de una búsqueda exhaustiva, no he podidoencontrar percusoras consolidadas en grupos de Pop-Rible como el nuestro. Excepto, claro está, la hiperfamosa Sheila-E, cuya E no es la E de E-mail, sino de E-scovedo, apellido (y oficio) heredado de su padre, el renombrado percusionista Pete Escovedo, con el que suele tocar a duo y, atención, ahijada de ¡Tito Puente!. Sheila ha tocado con los mejores: aparte de Prince, en su nómina están George Duke,Lionel Richie, Marvin Gaye, Herbie Hancock, Gloria Estefan, José Feliciano, Carlos Santana. Además de la percusión, esta mujer toca la guitarra y el violín y tiene una fundación-ONG.

Pero, además de ONGs como Sheila-E, lo que una percusionista ha de tener, principalmente, es tumbao. Aunque de entrada este término sólo se refería al ritmo base que se toca con el tambor o tumba, lo de tumbao se emplea en un sentido más general como un sentimiento/ritmo. Así, el tumbao es a la percusión latina lo que el swing al jazz o el canyengue en el tango. También se emplea para denominar un tipo particular de movimiento (“esa negra tiene un tumbao…” o el famoso “con el tumbao que tienen los guapos al caminar”).

Y Mar Momia tiene tumbao. Aunque Sheila-E ha puesto el listón muy alto, no hay competencia para Mar-M: basta con admirar su uppercut sobre el membráfono que se ponga a tiro. Demoledora uppercutora: saludos, Mar-M.

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